¡FELIZ RESURRECCIÓN!
Y feliz vida, feliz alegría, feliz celebración. Acabamos de comenzar el tiempo de la Pascua, y no puedo dejar de escuchar en mi mente esta canción. Porque si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe. Queridos amigos, en este tiempo de la Pascua demos gracias por la suerte que tenemos de saber que hay un Dios que nos ama y que ha dado su vida por nosotros. De esta forma, ¡todos hemos sido salvados!. Salvados de nuestras miserias y debilidades; y de lo más triste: la muerte. Somos hijos de un mismo Dios, que nos ama y que nos ha regalado tanto, que en la vida y en la muerte somos del Señor (Rom 14, 8).
Que este tiempo de Pascua sea de verdadera y profunda alegría. Que podamos compartirla con los que tenemos cerca y que la llevemos a donde se necesite una sonrisa. Porque ¡Cristo ha resucitado! y vive en tí y en mí. Llevemos esta Buena Noticia a donde nos encontremos y hagamos de este tiempo pascual un tiempo de celebración.