En ciudades como Cochabamba también existe la periferia. Y como siempre, personas de buen corazón quieren poner su granito de arena. Es el caso de una familia italiana, los Hotellier, que ante la prematura muerte de su hijo Stefano quisieron edifiar un colegio para que los niños más desfavorecidos pudieran disfrutar de una educación que los ayudase en la vida. En colaboración con el arzobispado de Cochabamba, el colegio vió la luz hace dos cursos. Es aún un colegio pequeño, muy, muy pequeño, con solo cinco niveles educativos (kinder, que es equivalente al infantil de 5 años español, primero, segundo, tercer y cuarto de primaria) en dos líneas, A y B. En este colegio todo se ha hecho por donación: el edificio, el mobiliario, el material... todo. Y desde hace dos cursos, las Madres Escolapias trabajan allí. Nos dicen que es dificil el trabajo en este colegio, ya que hay que educar a los niños en lo más básico, incluso hay que enseñarles a jugar,
a compartir, a escuchar, y tantas cosas que parece que están sabidas,
pero que aquí no hay que dar por supuesto.
Hemos venido a compartir la tarde con los alumnos y alumnas de 4º de primaria, pero aparecen de todas las edades, incluso mamás con sus carritos. Jugamos, contamos cuentos, cantamos y bailamos. Una tarde increible. Lo mejor: la sonrisa de los niños y una merienda a base de gelatina y bizcocho.
Hemos venido a compartir la tarde con los alumnos y alumnas de 4º de primaria, pero aparecen de todas las edades, incluso mamás con sus carritos. Jugamos, contamos cuentos, cantamos y bailamos. Una tarde increible. Lo mejor: la sonrisa de los niños y una merienda a base de gelatina y bizcocho.
4 comentarios:
muy buena informacion, me sirvio de mucho para una investigacion . gracias
No me sir ve
Me sirvio para investigar de mucha ayuda
En 22 de octubre de 2010
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